El año pasado (y por varios años previos también), cada vez que presionada "siguiente blog" para ver qué cosas rondaban los varios rincones de Blogger solamente podía encontrarme con una cosa: alemanes.
Sin nada en contra de los germanos, me parecía extraño que mi vacío y ñoño blog en español les hiciese compañía automatizada, en especial cuando yo apenas sé decir lo básico para no perderme en una ciudad, y me desanimó un mundo el buscar y buscar y jamás encontrar así fuese al azar otro blog en nuestra lengua hispana. Ésta fue una de las varias razones por las cuales me alejé de Blogger por un tiempo y consideré Wordpress o tener nada y punto.
Por mera terquedad volví, remodelé un poco et voilà, aquí estamos. Cruzando los dedos, volví a intentarlo.
Para mi sorpresa, ya no encontraba blogs en alemán. Un avance.
Pero es un paso para adelante y dos para atrás, porque ahora me veo ahogada en un océano de blogs cristianos de habla anglosajona. Mi ateísmo no está muy a gusto con ese pequeño hecho para nada.
Tonterías de la vida, realmente.
0 comentarios:
Publicar un comentario