lunes, 27 de febrero de 2017

Recomendación: Night in the Woods

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Durante el primer trimestre del año pasado, Hyper Light Drifter tuvo su lanzamiento y, en mi opinión, ningún otro estudio independiente pudo superar el impacto que me causó. El resto del año, en cuanto a juegos, tenía estándares muy altos que cumplir conmigo.

Todo lo que jugué posterior a HLD fue en algún punto de la partida comparado con el susodicho, incluso si eran de diferentes géneros.

Había algo en él, sus preciosos colores y diseños pixelados, hermosa música, divertida jugabilidad, frustrantes pero emocionantes batallas o minimalista historia que me cautivó desde el primer minuto y me dejó maravillada de principio o fin. El hecho de que haya salido al inicio del año solamente logró opacar todo otro estreno que le siguiese, así los haya jugando más.

Me encuentro en la misma situación, pues este 21 de febrero salió Night in the Woods, una historia muy especial de la mano de Infinite Fall.


Lo protagoniza Mae, la veinteañera que dejó la universidad luego de dos completamente inútiles años para volver a casa de sus padres en un pueblo olvidado por cualquier entidad digna de devoción: Possum Springs. Por mucho que Mae sea nuestro personaje principal, no toda su historia va a estar disponible para nosotros e iremos descubriendo su pasado mientras interactuamos y conocemos al resto del elenco.

El regreso de Mae a su hogar no comienza de manera sutil, pues sus padres olvidan recogerla en la estación y debe caminar hasta casa, pasando por bosques y terrenos baldíos que nos servirán como tutorial para agarrarle el truco a las mecánicas del juego. Night in the Woods tiene cierto deje de plataformero, incluso secciones dedicadas para exclusivamente para ello, pero el foco, si no era obvio, son los diálogos.

"Qué mal que no te hayan arrancado los brazos".
Mejor dicho, quienes escupen lo que me atrevo a llamar diálogos.

Desde arriba hasta abajo, todos los personajes tienen algo único que decir y personalidades muy marcadas. Los sientes reales y sientes, más que la influencia de ellos en el mundo (tu mundo), lo que el mundo les ha dejado con el paso de sus vidas.

Todos tienen una postura referente a Mae, desde completo apoyo incondicional hasta la esperada desaprobación por dejar las clases, pasando por la dualidad que querer apoyar pero el dolor de ver planes con años de organización desmoronarse. Asimismo, Mae tiene mucho que pensar y decir de vuelta, pues a diferencia de muchos juegos, el hecho de que puedas elegir lo que nuestra protagonista saque de su bocota (y vaya bocota) no quiere decir que no tenga nada que idear por iniciativa propia.

Y vaya iniciativa.
Mientras avanzamos en nuestra partida, Mae irá llenando su cuaderno con garabatos de kínder que suponen representar momentos relevantes desde su regreso, sus sentimientos o su opinión de la gente, dándonos otra ventana para ver quién es, quién fue, y qué quiere en la vida, cosa que es una incógnita hasta para la misma Mae. Descubriremos, entre muchas cosas, sus problemas de agresividad, su ineptitud social y el desánimo que le causa ser una desempleada viviendo con sus padres en una tierra de nadie.

Me siento completamente identificada con ella, tanto que ofende, y no me da vergüenza remarcarlo.

Al menos yo terminé mi carrera (para lo poco que cuenta).

Además de sus singulares padres, quienes intentan empatizar con ella a pesar de cargar con el peso de sus propios pecados, son los amigos de Mae quienes se roban el escenario y nuestros corazones. Lo digo en serio, pues al tercer día de haber parado en Possum Springs ya estaba yo al borde de las lágrimas. Sigue sin darme vergüenza remarcarlo. En absoluto.

Gregg es nuestro mejor amigo, vive con su novio, trabaja detrás de un mostrador y en sus ratos libre nos lleva a cometer crímenes y de cacería. Es la principal fuente de apoyo para Mae y quien desea sin pena alguna que nos arranquen los brazos. Qué bella es la amistad. Su novio, Angus, igualmente tiene un trato positivo para con todos y es la voz de la razón que nadie oye. También está Bea, la gótica que por alguna razón a descubrir fue en otrora nuestra mejor amiga pero ya no lo es más. Juntos, los cuatro tienen una banda.


También está Germ.

Sí.

Todo parece apuntar a ser un juego "normal", de descubrimiento personal y temas de inclusión social cuando nos encontramos con un brazo mutilado en medio de la acera.

Mae lo pincha con una rama.

Sí.

Los diálogos, los personajes, la ominosa historia detrás de todo y su apartado artístico pulcro y singular se ven acompañados por una banda sonora adecuada. Adecuada en el sentido de que el juego no podría imaginarse teniendo otras melodías además de las que tiene y, además, llegan a tener un papel importante en lo que podríamos llamar minijuegos, a falta de una mejor palabra pues "jugabilidad alterna" se lee mal. 

Nuestros cuatro mosqueteros tienen una banda, como dije, y Mae solía ser la bajista. Qué tan buena se mantenga dependerá de tu habilidad, pues tocar las canciones correctamente es una tarea para el jugador en un modo similar Guitar Hero, pero infinitas veces más sencillo, con música original y letras para que Angus no las cante.


Junto a eso, luego de un par de noches relativamente tranquilas, cada vez que Mae duerme, sueña con un mundo azul e ilógico al cual tendremos que darle sonido encontrando a cuatro músicos en varias esquinas de la dimensión, para luego lograr que un ente inmenso e imposible absorba su alma y nos despierte.

Sí.

Hay muchas cosas por descubrir y más para hacer, como mirar las estrellas o pasar Demon Tower, el juego dentro del juego del cual podremos disfrutar una vez que Angus nos ayude a liberar la laptop de Mae de todas las cochinadas que la muchacha tenía en ella. Demon Tower es lo suficientemente bueno como un hack and slash que podría haberse lanzado al mercado por sí solo.

Night in the Woods se ve infantil y se juega de manera infantil, con una protagonista tan real que puede ser tan insoportable como las personas que ves en tu día a día. Es el punto perfecto para remarcar sin vergüenza alguna que poca gente me soporta. A pesar de cómo se vea, temas pesados son tratados y explorados: la adultez, trastornos mentales, paternidad, desempleo, homosexualidad, luto, enfermedades terminales y, cómo no, aquello que acecha en el bosque. Entre otras cosas.

La vida sigue, las cosas cambian y la gente camina o para adelante o para atrás por mucho que Mae prefiera quedarse durmiendo por el resto de su vida.

Completamente identificada, he dicho.
Por suerte para todos, previamente al lanzamiento del juego se lanzaron dos pequeñas aventuras interactivas que nos ayudarán más a ingresar al universo de Night in the Woods:

Longest Night, donde una mucho más pequeña Mae y sus amigos se juntan alrededor de una fogata a hablar sobre la constelaciones y a comentar sobre ellas en la única manera que podrían hacerlo.

Y Lost Constelation, donde iremos mucho más atrás en una historia más elaborada que la anterior para participar en una de las historias de fantasmas relevantes para el folklore del juego principal, con rompecabezas y una trama más profunda de lo que podría aparentar.

Ambos son completamente gratis.

Antes de finalizar, quiero aprovechar un par de párrafos para hablar de otro juego similar, ya que comencé hablando de un juego sin relación alguna y quiero terminar hablando de otro, en caso de que ya hayas jugado éste y quieras algo más: Oxenfree.

Oxenfree también salió a principios del 2016, año que empezó con fuerza para irse de lleno contra una pared, y maneja asuntos similares de manera similar, pero es más corto y apunta hacia la ciencia ficción en lugar de la fantasía. Y no tiene animales como protagonistas. Cien por ciento recomendado su disfrutaste Night in the Woods y viceversa.

Terminando, comento que el 2017 aparenta conducirse con fuerza y seguridad en el mundo de los videojuegos y varios lanzamientos independientes prometedores están a la vuelta de la esquina. Espero no ser la única cruzando los dedos.
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martes, 21 de febrero de 2017

Opinión: Cincuenta sombras de no pagues un boleto de cine por esto

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Puede que no lo parezca pero mi pasatiempo favorito es quejarme.

No hace falta que explique qué es Cincuenta Sombras más allá de ser una serie de libros pseudo pornográficos escrita por E. L. James que empezó como un fanfiction de Crepúsculo (por Stephenie Meyer).



Fanfiction o ficción de fans no son más que historias basadas en un material previamente existente que está sujeto a los derechos de autor, generalmente dichas historias son elaboradas por los fans de tal material original.

Como ejemplo al caso, E. L. James escribió, mucho antes de pensar en la existencia de sus Cincuenta Sombras, un fanfic llamado Master of the Universe (lit., Maestros del Universo, cero relación con He-Man) cuya trama más o menos tenía que ver con Edward y Bela, los protagonistas de la saga Crepúsculo, siendo, en lugar de un vampiro y una humana, un dom y una sub iniciando una relación con prácticas BDSM.

Su Chiwiccionario local les explica de la manera más concisa posible que dom se refiere a quien posee un papel dominante en los encuentros íntimos y sub a quien posee el papel, entonces, sumiso. La persona dominante dictará todo lo que sucederá en el encuentro y cómo sucederá, mientras que la persona sumisa asumirá las consecuencias.

La parte que la mayoría se salta es la safeword o palabra de seguridad que se decide previamente al encuentro y es para uso del sumiso; en el momento en el cual la diga, sin importar qué esté pasando, el dominante deberá detener lo que esté haciendo sin ningún tipo de reproches. El concepto, la mera existencia, de una palabra de seguridad es un factor central de estas prácticas consensuadas.

Cincuenta Sombras no olvida aquello que implica sostener una relación entre un dom o un sub, simplemente nunca lo supo, ni en su época de llamarse Maestro del Universo ni mucho menos ahora con dos películas y una más por venir. Escenas tan frías como la firma del contrato sobre una mesa larga funcionan bien en pantalla pero, al final de todo, fallan en soportar las historias pasadas de los personajes y de ayudarnos a siquiera intentar acercarnos a ellos. Encima, la negociación, el acuerdo de voluntades, no podría ser más alejado que la realidad que viven en los libros de James, llevando el aspecto controlador de Christian Grey a alturas que solamente una mosca muerta como Anastasia Steele, el estereotipo de sub perfecta, podría dejar pasar.

También tuvo, para sumar a los pecados de la serie, un cuarto libro que acabó siendo un recuento del primero desde los ojos de Grey en lugar de los de Steele, por lo cual se tituló solamente Grey, pero la crítica fue tan aplastante que pasó al olvido rápidamente.

Diría que olvidásemos por completo la existencia del cuarto libro, que es una pena para los tres previos, si la serie completa no fuese una pena para la humanidad.

La falta de lógica y el desconocimiento del mundo, en general, es alucinante. Uno creería que Anastasia Steele (o la interpretación que James tuvo de Bella Swan) vivió bajo una roca hasta el inicio de la narración, y sus palabras son tan vacías, carentes de suficiente personaje, que la lectura misma es la real tortura para el lector y no lo que Christian Grey decida hacer a puertas cerradas.

Anastasia logra que Bella se vea como un personaje hecho y derecho en comparación, al menos teniendo la excusa de un mundo fantástico donde los vampiros brillas y los hombres lobo saltan de acantilados como pasatiempos además de salir con recién nacidos. Como ven, es menos un cumplido para Crepúsculo y más un insulto a la mente que se atrevió a escribir una historia que nadie debería querer leer.

La primera película trató, con todo lo que tenía a la mano, de mostrarse con toda la dignidad que fue capaz de reunir bajo el yugo dictatorial de James, porque su visión fue tan restrictiva que no permitió a dirección realizar cambios en el guión sin su total aprobación.

Por suerte, ya el hecho de ser película le ahorraba a Cincuenta Sombras de Grey la narración de Anastasia Steele, así como en su momento Crepúsculo se salvó de quinientas palabras de Bella y su dolor, y si bien las actuaciones dejaron demasiado que desear, la cinematografía fue decente tirando a buena y la banda sonora fue sorprendentemente excelente, con una versión de Crazy in Love (originalmente de Beyoncé) como tema principal de la obra.

Spoilers de esto más abajo.
La primera película fue mejor de lo que me esperaba, lo que no significa que haya sido buena en absoluto, sino que no fue un desastre. En su defecto, ello la volvió tan aburrida que ni para las burlas se volvía un buen tema. No existe publicidad negativa exceptuando la que no se realiza, y Cincuenta Sombras de Grey no tuvo la suficiente relevancia como para merecer más de dos pensamientos consecutivos.

Fue un perfecto cinco de diez estrellas y yo me esperaba que quedase así, sin pena y sin gloria, para hacer borrón y cuenta nueva.

Pero no, llegó Cincuenta Sombras más Oscuras y todo se fue a la mierda.

Si el segundo libro había sido un completo desastre, que lo fue porque pocos saben sostener la tensión a la mitad de una trilogía, la segunda película fue un tobogán en un parque acuático sin agua en la piscina al final.

Ridiculez tras ridiculez aislada, como ese momento donde, de la nada, Grey se pierde en un matorral, puro monte y culebra, y su ausencia de cinco minutos se vuelve noticia nacional, solo para que haga su sana y salva aparición detrás de Anastasia meros segundos después. Son escenas que tratan de crear una tensión que el material, tanto el impreso como el audiovisual, solamente podría mantener si la persona encargada de su creación supiera escribir.

Como no es el caso, la escena acaba siendo, además de mal dirigida, innecesaria. El suceso no es aludido de nuevo, no se conecta con nada y sobra tanto que quitarla podría beneficiar a la película.

Ni hablar de la novela latina que intentaron crear con el anterior amor de Grey apuntando una pistola de la nada. Soraya Montenegro estaría más que ofendida. Asimismo la lisiada.

¡¿Qué haces leyendo estos libros?!
Creo que mi parte favorita, y lávense la boca con agua bendita y cloro luego de esto, fue la parte de las bolas anales que no fueron a dar a ningún lado porque por favor, se nota que es una toma mal disimulada. O donde Grey le aprieta un dedo, un dedo, a Anastasia con un gancho de esos que usaban las abuelas para la ropa y la muchacha pasando siete orgasmos con el gancho de ropa.

Al final de todo, la película fue una montaña rusa, con momentos donde bajaba de interés y me dormía solamente despertándome, es decir subiendo, para reírme de las estupideces que alcanzaba a ver en pantalla. Quisiera decir que espero la tercera con ansias pero sería mentir. Culpara a los guionistas pero los sucesos eran igual de desconectados en los libros.

Qué se puede hacer con una autora desconectada de la realidad.
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sábado, 18 de febrero de 2017

Opinión: Moana

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Sí, opinión, no recomendación.

Por suerte, esto no va a ser como El Gran Dinosaurio así que pueden respirar tranquilos que Moana se mantiene altamente recomendable y si no la han visto, véanla ya.


Es hermosa, un paso adelante para Disney en cuanto a representación y, además, visuales. Es divertida y lo suficientemente interesante como para mantener el agrado de grandes y pequeños por igual, simplemente un éxito más para la repisa de la compañía.

Hay películas que no hace falta recomendar, porque su propio pedigree habla solo, pero sí hay cosas que me tengo que sacar del pecho de vez en vez y esta película despertó la vena quisquillosa en mí. La edición, las tomas, el trabajo de cámara... Es mediocre tirando a bueno, la primera media hora de la película es un desastre veloz en cuando a cambios y al volumen del contenido que muestran al espectador.

Necesito asumir que vieron la película para hablar, como mínimo, de esos primeros treinta minutos.

Si no la han visto, véanla, vale muchísimo la pena así el tono de la presente entrada no sea del todo positivo.

Muy bien, continúo.

En la primera media hora somos testigos de:
  • Un prólogo que no tendrá relación con casi nada del primer cuarto de la película
  • La infancia de Moana
  • Tomas sacadas de Lilo y Stich (sí, ésa misma de Moana dándole sombra a algo con una hoja, Stich ya lo había hecho)
  • Una discusión con su padre
  • La introducción del personaje mayor que posee el papel de guía espiritual
  • La rebelión contra las órdenes de su padre
  • El primer fallo de dicha rebelión
  • La muerte del personaje mayor que posee el papel de guía espiritual
  • Dos número musicales
  • Luto por personaje mayor que posee el papel de guía espiritual
  • Otro intento de desobedecer que resulta exitoso
  • Un gallo
  • Y más...

Si los "cambios de cámara" (porque al final del día es una película animada) fuesen un poco más sutiles, uno podría digerir mejor los varios golpes emocionales que recibe durante el disfrute de la obra. Lastimosamente, ya habíamos visto sucesos similares en La Sirenita y similares (familiar prohíbe X pero igual la protagonista joven y rebelde hará Y para lograr Z) llevados de una manera más sencilla pero superior que solo logra opacar a Moana en comparación.

Ahora, hay que considerar que si ésta es mi única queja, que en parte estoy exagerando y que vi la película en cines venezolanos (conocidos por arruinar cintas y la mala calidad de sus proyectores), pueden dormir tranquilos porque Moana, como otra película para el canon de Disney, cumple lo que tiene que cumplir y se va pavoneando sus éxitos tranquilamente.

Mientras tanto, me iré ocupando en obtener la película por mis propios medios para verla como debe verse y asegurarme de no haberme perdido de nada, porque Moana, al final de todo, sobrepasó cada expectativa que tenía.


Una que otra pena pero mucha gloria para Moana.
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jueves, 16 de febrero de 2017

Ilusiones de madrugada

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Desconozco cuál será la manera más sencilla de seguir mis escritos originales de manera exclusiva, para ahorrarse el horror de ver mis quejas y uno que otro desvarío a manera de entrada en este blog, así que he recopilado algunos de mis tristes trastes acá, en Wattpad, junto a Humor y Horror en la calle 69.


Me da risa, de verdad, la gente que alimenta su ego creyendo que logra mucho publicado algo en Wattpad, como si cualquiera con una conexión de internet y básico entendimiento de cómo funciona un teclado no pudiese hacerlo.

Aun así, es bien bonito ver el trabajo de uno fingiendo ser una obra seria.
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