lunes, 22 de febrero de 2016

Espuma

 on  with 1 comment 
In , , ,  
A Tesea le quedaban pocos momentos antes de volverse espuma de mar y perderse para siempre en las olas.

Nadó hasta la superficie con las fuerzas que le quedaban para dejar a su cuerpo ser guiado por las corrientes y mirar al cielo al cual contables veces le había prestado atención. Nunca le había hecho falta, los océanos por los cuales había nadado y bailado hasta que su cola no diese para más eran las únicas galaxias que le hicieron falta recorrer.

Pero ahora, en sus últimos alientos, el interés se despertó impulsado por la imposibilidad y la improbabilidad. Si antes pensar en salir de las aguas había sido soberana ridiculez, en ese momento se volvió irrealizable. Una cola tan hermosa y un mundo tan vasto venían con sus límites.

Se preguntó cómo se verían las brillantes estrellas reflejadas en sus oscuros ojos, si podrían bañarla con su luz como a cualquier otro caminante de la superficie y si su vida habría sido diferente al estar bajo su nocturno cobijo en lugar de haber retozado entre algas y corales de colores absurdos e increíbles. No se arrepentía de su vida pero tampoco podía evitar preguntarse cuando era lo único que le quedaba por hacer.

Su cabello, siempre húmedo y fluyendo al ritmo de su cuerpo, disparaba en todas direcciones y se movía con el vaivén de las olas para hacerle cosquillas sobre su piel. Quería reír, tenía ganas de, pero las perladas lágrimas ya estaban rodando por sus mejillas antes de que se diese cuenta. Sus lágrimas serían lo que dejaría su memoria, ¿llegarían al fondo o una ostra las guardaría? ¿Podrían sus perlas brillar más que las estrellas?

Respiró honda y dolorosamente, el cambio de branquias a nariz nunca cómodo, y sacudió ligeramente su cola con indignación. Era un insulto para sí misma aceptar la muerte y dejarse ir pasivamente, ella era mucho mejor que eso. Había sido mucho mejor que eso y en su orgullo pensó que podría burlar a la magia y escapar de todo confín mortal. Un simple trueque cambiando años de su vida por una belleza que no decayese para encantar a su público. Nada que otras criaturas como ella hiciesen, pues una cara bonita era la moneda de su comunidad.

Ah, para ser bella había que ver estrellas.

Ahora tenía mucho más sentido para Tesea, y a la vez no. Tal vez para ver estrellas había que ser bella, pero eso tampoco porque los caminantes eran seres deformes y podían verlas diariamente. Recordó a cada caminante que había encantado con su voz y se había comido, tan horribles pero tan divinos para su paladar siempre vistiendo telas que quedaban entre sus colmillos pero que servían para hacer todo tipo de adornos y decoraciones para su cabello y su cola. Le encantaba hacerse trenzas con las cadenas de oro que llevaban religiosamente colgado de sus cuellos.

Buenos tiempos los suyos, presentándose en todo tipo de escenarios y alimentándose de las más exquisitas tripulaciones. Suspiró. Los párpados le pesaban y mantener sus orbes abiertas por más tiempo le resultó insufrible. No quería despedirse así de las estrellas ni de las aguas, no podía. En su terquedad, no debía.

Con su último aliento, cantó.

Cantó mientras su piel se arrugaba, mientras se le caía el pelo, mientras se le desprendían las escamas. Cantó mientras perdía el color y perdía el aire. Cantó, cantó y cantó y con cada nota su voz resonaba imposiblemente con más fuerza por lo alto y por lo bajo hasta que simplemente dejó de ser y solamente quedó espuma en su lugar.

Para las estrellas, nunca hubo visión más hermosa.
Share:

Recomendación: Cybersix

 on  with No comments 
In , , ,  
(Hola, lean mi historia aquí o allá y díganme qué tan mal va, adiós).

El día de hoy quiero hablar de una serie animada de TV que pasaron hace ya un buen tiempo y poca gente recuerda o poca gente vio.

Imagen original por IvD-ICE.


Cybersix, emitida a partir del de septiembre de 1999consta de 13 episodios que van sobre la historia de su homónima protagonista, Cybersix, que de noche batalla contra los experimentos del científico Von Reitcher y su hijo José para proteger la ciudad de Meridiana, y de día da clases de literatura bajo el masculino seudónimo de Adrián (René en su doblaje latino) Seidelman. 

El chiste está, primero, en que nuestra protagonista también es un experimento de Von Reitcher, de ahí que su nombre sea un número más, y su batalla contra el más que para salvar la ciudad es para salvarse a sí misma también de ser capturada, y segundo, en cómo maneja su relación con su compañero de trabajo Lucas Amato, quien se ve de una manera u otra atado en las aventuras de Cybersix y no sabe, no debería tampoco, que su amigo Adrián es la misma persona.


Esta serie, además, está basada en un cómic argentino mucho más largo, del mismo nombre y tono diferente. El cómic, creado por Carlos Trillo y Carlos Meglia, toca temas más adultos y posee argumentos que no surgieron en la serie, tanto para poder ser vista por un público más joven así como su corto tiempo de transmisión. También está que el cómic tiene un estilo muy auténtico mientras que la serie demuestra una obvia influencia por el anime (cosa que no extraña porque fue producida por un estudio nipón, TMS Enterntainment). 

Es curioso que la identidad civil sea la falsa y también de otro género, un par de temas que obviamente se tocan más en el cómic pero que no son ignorados por la serie, da mucho de que hablar a altas horas de la noche en algún foro negado por su deidad de preferencia. Otra razón para verla es su excelente animación y apartado musical, pues ha sido cuidadosamente hecha, además de sus bien elaborados personajes. A día de hoy sigo cantando su intro, la cual me gusta más en latino (una novedad para mí).

Personalmente, no he podido dar con el cómic y por eso no hablo directamente de él, pero la serie me ha gustado lo suficiente para creer que merece mucha más atención de la que tiene. Vamos, que merece más amor.


Share:

lunes, 15 de febrero de 2016

Deadlines

 on  with No comments 
In , ,  
Ando sin responsabilidades mayores (no más estudios, no más trabajo fijo) y a pesar de eso todavía logro estar muy fuera de tiempo con mis fechas límites.

Primero dije que terminaría la primera parte de Humor y Horror antes del 14 de febrero para que hiciese más gracias y así tener la segunda y tercera parte listas para abril. Pero aquí nos leemos hoy, en la primera quincena de este mes con apenas dos capítulos listos y un tercero a la mitad. Soy tremenda joya.

No serán más de topes personales pero eso no los hace menos decepcionantes de mi parte (es como volver a hacer la tesis, aunque con un poco más de seriedad). De igual manera, iba a celebrar en Tumblr con alguno que otro escrito para uno de mis fandoms además de actualizar uno de los relatos que llevo en proceso pero ¿creen que si quiera me he dignado a pensar en hacerlo? Pues no, no me había pasado por la cabeza hasta hace diez minutos.

Estoy que me amarro a algún rolitronco y espero a que algún buldócer venga y me haga el favor de acabar con mi vida.

Eh, no me pasará nada porque la yerba mala nunca muere.

A veces quisiera que King me diese de sus lágrimas para ver si así puedo asemejar mi ritmo al suyo, porque a este paso voy a ser peor que Martin y su Canción de Hielo y Fuego (y no crean que HBO va a ayudar en eso porque van a sacar la siguiente temporada indiferentemente del libro, encima de que la serie ya ha consolidado varias incongruencias con los libros como parte de su trama central).

Podría usar esta entrada para animarlos a hacer una lista y así ser más productivos en conjunto.

Podría.

Pero honestamente ni siquiera me molestaría en pensarla porque créanme cuando les digo que jamás ni nunca cumpliría con ella.
Share:

domingo, 14 de febrero de 2016

La entrada obligatoria de San Valentín

 on  with No comments 
In , , , , , , , , ,  
Feliz catorce de febrero, día del amor y la generalmente dejada de lado amistad.

Podrán darse cuenta de que soy una de las víctimas amargadas de esta fecha y su existencia no me ha hecho feliz en mis veinte años de vida, una verdadera lástima. Pero no temáis por mí, que solo Judas temió e indiferentemente de la religión que profese cada quien sabemos cómo acabó eso.

Para los que no sepan, basta con decir que no terminó bien para pasar la página porque estaríamos tocando temas que no le van bien a nadie en internet.

Les iba diciendo que no temáis, pues este presente catorce no la pasaré completamente sola: tengo a mi perro y un pote de helado de chocolate para hacerme compañía y, siendo honestos, estando así sigo por encima que una considerable parte de la población mundial.

Mefisto: El único amor de mi vida.

Sí, ése es el nombre de mi querido feíto. 

Ah, pero eso no es todo, también voy a salir con dos amigos. A una exposición de anime. Disfrazada de médico de la plaga.

Con cada oración solamente se pone mejor, ¿no? A este paso, una foto mía va a terminar siendo la ilustración debajo de la definición de "vergüenza" en todos los diccionarios habidos y por haber en este plano existencial. 

¿Cuál es el punto de la entrada, a fin de cuentas? Ninguno que vaya más allá de comentarles alguna que otra tontería en mi espacio y preguntarles, además, qué planes tienen ustedes. ¿Irán de manera típica a pasar tiempo con su pareja? ¿Dejarán a algún amigo de lado por la oportunidad de una noche movida? ¿Saldrán con tales amigos de caza? ¿Dejarán a su pareja? Porque sí, resulta que gran cantidad de personas rompe con su pareja en esta fecha o en sus alrededores, y los que no lo hacen en la fecha exacta lo hacen...

Antes, para ahorrarse el día.

O después, para que la otra persona lo disfrute como mínimo antes del ultimátum.

Cualquiera de los dos escenarios no es peor que ir a una exposición de anime disfrazada, se los aseguro.

 Gracias, Gregory, por ilustrar a mis lectores en estos momentos.

En fin, les deseo que hagan lo que hagan la pasen relativamente bien al menos. Sino, aprovechen los chocolates olvidados que se pondrán en descuento por no haberse vendido.

Y para los que realmente no tengan nada que hacer, les dejo una lista de alternativas para que ocupen su tiempo de manera discutiblemente productiva:

A los lectores les recomiendo The sisterhood of traveling pants (de Ann Brashares) tanto porque sigue siendo también el día de la amistad y porque es una lectura amena, ligera y muy representativa, manejando diversos tipos de amor en sus páginas. Un clásico que leí muy joven y que no olvidaré por un buen tiempo.

A los jugadores, les menciono Life is Strange y Grim Fandango, gustándome más el segundo que el primero, para aventuras, buenos personajes, lágrimas y varias, varias risas. Grim Fandango es, para todo amante de las aventuras de antaño, una experiencia que no se pueden perder.

Y para los que solo quieren sentarse a ver alguna películas o una serie, pueden conformarse con que diga The Notebook/El diario de Noah (péguenme un tiro) o seguir leyendo y chequear si se les antoja Orgullo y Prejuicio, El diario de Bridget Jones o, por favor y gracias, Luces de la ciudad/City Lights (de Charlie Chaplin). En cuanto a series, les llegó la hora de desempolvar los viejos episodios de FRIENDS, Mad About You, Will & Grace y, si quieren un poco más de drama, Skins y las varias de Amarican Horror Story.

Sí, sí, voy a una expo-anime y eso significa que puedo nombrarles un par de ellos: Ore Monogatari!!, Boku Dake ga Inai Machi (en emisión), Shigatsu wa Kimi no Uso y Basilisk. O mi actual preferida en cuanto a romance se refiere: Akagami no Shirayukihime.

Sin más ni menos que decir, les mando buenos deseos porque alguien tiene que hacerlo.

(En serio, pásenla bien).
Share:

sábado, 6 de febrero de 2016

Autores cicatrizantes

 on  with No comments 
In , , , , ,  
Le damos la bienvenida al segundo mes de este 2016 y me disculpo por mencionar tanto el año, la desesperación que tengo de dejar el 2015 (y el 2014) es más que inmensa, más que masiva, más que colosal.

Pero dejemos eso de lado (por siempre) y hablemos de libros, uno de mis temas favoritos. En lugar de hacerles una recomendación el día de hoy, lo cual vendrá eventualmente, me gustaría que habláramos de géneros y autores. Más que todo de estos últimos.

No todos los que me podrán estar leyendo serán escritores, incluso dudo que el veinte por ciento lo sea, pero estimo (o aspiro a) que más de la mitad sean lectores como yo, y como todo ser humano tenemos nuestras preferencias, esas personas que cada vez que publican te hacen saber que tu próxima compra va a ser su última obra, que los días a seguir los pasarás pegado a sus palabras yendo en aventuras por mundos muy hermosos o muy horribles con los personajes que llevan años contigo o que tal vez acabes de conocer, ansioso por descubrir lo que viene a la vuelta de la página siguiente. 

De esos, tengo varios y cada día me alegro de encontrarme a alguien más para añadir a mi pelotón de escritores preferidos porque eso significa que nunca me quedaré sin nada que leer (un escenario de pesadilla).

Pero, pero, pero, perolito, vayamos un poco más allá, hasta el infinito.

Si podemos hablar de la gente que preferimos, podemos también hablar de la gente que nos ha marcado. Esos autores cuyo verbo deja en nuestra vida marcas imborrables, cuyo estilo se cuela entre nuestros dedos y le da nuevos matices a nuestros gestos, palabras y pensamientos. De pronto no todos sus lectores sean o quieran ser escritores como ellos pero ello no evita que se pueda evidenciar lo que han dejado atrás, en nosotros.

Yo, porque no puedo hablar por alguien más, tengo a tres seres que han marcado mi (muy precaria y deficiente) escritura y, aunque jamás he creído y jamás creeré que son los mejores escritores que el mundo ha leído, los cargo en una altamente elevada estima.

Primero, a mi infancia, J. K. Rowling, con su magia, con su crecimiento, con su simplicidad para narrar pero su complejidad al crear mundos en los cuales todavía deseo perderme, con sus personajes humanos, errantes, y valores.

Segundo, a mis horrores, Stephen King, con su exactitud, con su crueldad, con su eficiencia y eficacia, con su manera tan seca y cruda pero necesaria, con los sentimientos inesperados y la eterna lucha de la humanidad contra sí misma, pues no existe mayor enemigo.

Y tercero, a mi aspirada excelencia, Gabriel García Márquez, con su realismo mágico, siempre pintando la belleza en el mundo incluso en los más terroríficos escenarios, con sus miles de desgracias, con sus millones de historias entrelazadas y con sus universos inmensos que caben en la cabeza de un alfiler, con su humanidad multifacética, con su extensa gama de grises entre dos extremos que nunca existieron. Siempre querré ir más a Hogwarts que a Macondo pero esos cien años con él serán eternamente añorados.

Miles de gracias a esos tres sin los cuales yo no sería yo.

A los tres lo recomiendo y considero que lector que no haya leído Cien años de soledad no es lector. Puede que no guste, porque eso pasa y la vida sigue, pero hay que, gente, hay que leer.

Y a ti, ¿quién te marcó?
Share: