"¿Has visto los dragones volar arrojando napalm sobre Lyonesse? Jane era una muchacha que trabajaba esclavizada en una fábrica de dragones de hierro. Su vida constituía una pesadilla, pero tenía una esperanza: le parecía que había nacido con el solo propósito de robar un dragón algún día. Los oía gritar supersónicos por el ciel
Tal es el resumen de La hija del dragón de hierro, un libro de Michael Swanwick. Fantasía que puede categorizarse como baja, steampunk y mucha influencia de la buena ciencia ficción (podríamos dejar las formalidades y decir que lo es), Swanwick usa estos géneros no como mero escenario sino como herramienta para darle vida, color y sobre todas las cosas, canal a su mensaje.
Es una obra "oscura", un honor a Tolkien y una crítica a quienes lo copian. John Clute lo llamó "anti-fantasía". También fue nominado a unos cuantos premios, como al Arthur C. Clarke y al Locus.
Nuestra protagonista, Jane, es una niña humana en un mundo de magia y barbaridades, donde trabaja junto a sus compañeros hasta más allá del cansancio y bajo el yugo de su horrible, en más de un sentido, jefe. Al menos hasta que encuentra un libro que si bien no puede leer, abre una conexión entre ella y 7332, un dragón al cual debe pilotar si quieren escapar.
Nuestra protagonista, Jane, es una niña humana en un mundo de magia y barbaridades, donde trabaja junto a sus compañeros hasta más allá del cansancio y bajo el yugo de su horrible, en más de un sentido, jefe. Al menos hasta que encuentra un libro que si bien no puede leer, abre una conexión entre ella y 7332, un dragón al cual debe pilotar si quieren escapar.
Mejor léalo usted mismo y haga sus propias conclusiones.
Si al lector le gustaron aventuras como las de Artemis Fowl y similares, existe una gran probabilidad de que disfrute de este libro.
Si al lector le gustaron aventuras como las de Artemis Fowl y similares, existe una gran probabilidad de que disfrute de este libro.
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