sábado, 9 de septiembre de 2017

Argentina en tres meses

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Al expresar planes de emigrar hacia cualquier país con la finalidad de escapar de Venezuela, por avión específicamente, encontrarán un comentario común siéndoles compartido: el tener que comprar el boleto con fecha de ida y de vuelta.

Ello es para que, al momento de hablar en la cabina de migraciones, la excusa de "vacaciones" tenga algún soporte sobre la cual poner su certeza.

Mi boleto de vuelta a Venezuela, el cual recomiendo cancelar llamando a la aerolínea y no dejarlo perder como me pasó a mí por si acaso, tenía fecha del 23 de agosto. Hasta ese momento tenía la sensación de que, pasara lo que pasara, siempre podría volver y continuar con mi vida como si nada, que podría hacer borrón y cuenta nueva para retomar una rutina que lentamente me estaba carcomiendo.

Haya sido o no posible, ya no es así. Pase lo que pase. vivo y muero por mi decisión a partir de ahora. Todavía no me arrepiento, a pesar de que todo ciertamente ha sido cualquier cosa menos color rosa.

He aquí un poco de trivia en cuanto a este tiempo significativo que puede ser de utilidad.

La Gran Buenos Aires (GBA) incluye a la Provincia de Buenos Aires y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).




La vida citadina comienza tarde, tener auto es contraproducente y la gasolina es costosa. El transporte público es el medio de transporte por excelencia luego del par de pies sobre los cuales caminas. Los buses se conoces como colectivos y al subterráneo se le llama simplemente subte. También hay trenes, pues el subte solamente funciona en la CABA.


Para utilizar cualquiera de los tres, necesitas una tarjeta SUBE, emitida por un precio relativamente económico en cualquier estación del subte. Puede ser recargada en las mismas estaciones o en los puntos específicos en algunos establecimientos. En cuanto a direcciones y lugares, tanto Google Maps como Moovit son tus amigos, utilízalos. Las direcciones son simplemente el nombre de la calle más un número que indica su ubicación en esa calle, y los números pares se encuentran de un lado mientras los impares se encuentran del otro lado.

Al contrario que en Venezuela, hay más librerías que peluquerías, un cambio que me complace a mí y me parece digno de comentar. También existe una infinidad de actividades y cursos gratuitos a los cuales asistir, además de parques y monumentos que visitar. Asimismo, la educación en la Universidad de Buenos Aires (UBA) es gratuita en cuanto al pregrado solamente.

Hay muchos perros. Todos tienen o tendrán perros y las calles están llenas de la mierda que no recogen. En la tarde, los parques se llenan de canes y de sus dueños y es común ver, a cualquier hora, a paseadores con seis u ocho perros amarrados a un mismo cinturón. Solamente el dulce de leche (arequipe, pero más dulce todavía) gusta tanto como los perros a los argentinos.
Adoro el dulce, amo a los perros y me encanta leer, así que yo estoy complacida con el ángulo general en el cual se encuentra Argentina y sus preferencias poblacionales. Junto a eso, el argentino común con el cual me he topado tiende a empatizar con Venezuela y su situación, y no he escuchado ningún comentario negativo más allá de los resultados de ese partido de futbol que no voy a mencionar.

Lo que puedo es mencionar es la comida: todo es diez veces más dulce y diez veces menos salado. Hasta las cosas que no son ni lo uno ni lo otro serán víctimas de eso. Los precios de los lácteos son elevados pero las frutas y verduras son notablemente reducidos. De cualquier manera, las tres cadenas de supermercados más notorias (DIA, COTO y Carrefour) tienen promociones en distintos productos tantos mensuales como semanales e incluso diarias.

DIA es el más popular y de precios más económicos, mientras que Carrefour es el que ofrece productos importados en su mayoría, logrando así precios más elevados. COTO es un punto medio conveniente, y los tres establecimientos tienen sistema de afiliados para aumentar sus ventas y clientela con promociones exclusivas.

Y justo voy saliendo del segundo invierno de mi vida y fue una experiencia... Bah, me enfermé como cinco veces y, como mencionado anteriormente, acabé tres en el hospital. La temperatura sube y baja sin ton ni son varias veces al día y, a diferencia de Venezuela, la humedad es matadora. Todavía me queda experimentar el verano de diciembre a febrero, pero seguiremos informando.
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