domingo, 13 de marzo de 2016

 on  with No comments 
(Extracto del quinto capítulo de Humor y Horror en la calle 69, el cual no ha sido publicado a la fecha -13/03/16-).

"Toda idea, toda ocurrencia, sin importar cuán grande o pequeña, podía ser dicha en cualquier hora y lugar con la mayor sencillez del mundo. Escribirla, darle presencia en el mundo material, solamente poseía una mínima dificultad requerida para su nacimiento dimensional. Ponerla en marcha, por otro lado, representaba una odisea que jamás vería justicia en las páginas de ningún libro (lamentándolo por Homero) o en los pixeles de ninguna pantalla.

Porque no era asunto de valor, no era asunto de creatividad ni de perspicacia. Tampoco era una batalla de voluntades internas.

Era un asunto de locura.

El poner en marcha algo novedoso, en contra de todo lo conocido y repetible, el hecho de crear, no era más que la demencia misma puesta en acción y en espera de una reacción beneficiosa para las partes interesadas. Qué tan loca sería definida la mente detrás de los hechos iría de la mano de la cantidad de riesgos, qué tanto hay que perder y qué tanto hay que ganar. El miedo no tenía cabida en tal locura, porque los locos no son cobardes.


Tampoco son valientes, porque para ser valiente se necesitaba un miedo al cual superar".


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